Yo, tropiezo con las líneas de mis manos, los besos que te debo los regalo, y rueda cuesta abajo el corazón.
Tú,que abrazas siempre a contra corriente, no hay goma que te borre lo que sientes.
Tú, tu nombre golpeando en mi ventana,
Tu risa atropellando a la razón.
Yo, los bares donde entro a bailar, son los bares donde vuelvo a encontrarte.
Habrá que aprender a conducir la piel, o a ir por carreteras sin salida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario